Revista El Antoniano Nº 127 - Homenaje al Estudiante Universitario

Pareciera entonces que el conocimiento del humanismo, con sus sesudos pensamientos filosóficos, bellas páginas literarias, históricas y artísticas que aún permanecen, habrían cumplido con su ciclo y que poco o nada valdrían en esta época de cuantitativas leyes económicas en manos de técnicos insensibles, ajenos a la esencia humana del hombre. Pero, a pesar de esa realidad robotizante, los que nos interesamos en los valores humanos y amamos la naturaleza, las artes y anhelamos horizontes justos como atributo del ser social y no el atributo bursátil, creemos que el embarque al futuro debe ser integral, es decir, con humanismo, ciencia y tecnología. Pues la unilateralidad, en cualquiera de los casos, es infructuosa. Hay que vivir el progreso y la tecnología, es cierto, pero no hay que descuidar la valoración humana. Materia y espíritu deben ir de la mano, si cabe la expresión.

Y cómo entender esta época, con un pensamiento de José Uriel García en su libro El Nuevo Indio: “¿Y cuál es el destino de hoy? Ser siempre la entraña de la nacionalidad y el incentivo para la creación valiosa, la fuente donde abreve la América sus ansias de cultura. Ser energía siempre juvenil, bárbara acometida contra lo que tienda a perennizarse (…) Toda creación de valor social o humano es obra de pocos, impelidos por sentimientos elevados y por deseos beligerantes. La masa tiene la función no menos valiosa de defender el pasado, pero el núcleo tiene la obligación moral de abrir otras vías para el curso de esa represa de la historia (…) De las juventudes serranas, pero de esas juventudes nobles, generosas e idealistas, nacerá la otra cultura del mañana, de la creación, no de la mecánica que se repite (…) Es espíritu joven que se revela contra lo que ha envejecido el uso o ha mellado el tiempo, ese es el hombre que necesita América”.

Por todo lo que acabamos de decir, debe ser materia de estudio riguroso y apasionado de la realidad del Perú, en todos sus aspectos, de tal manera que docentes y estudiantes al arrancar de la realidad las necesidades de la sociedad, elaboren el conocimiento universitario para transferir humanismo, ciencia y tecnología que sirva para el desarrollo regional y nacional; en tal sentido, no sirve en absoluto crear en su seno institutos del más alto nivel, organizar estudios acuciosos, formar profesionales del más alto nivel, cuando no entran en contacto con la realidad nacional y extraen de ella sus necesidades, el egresado, por más empeño y vehemencia que ponga en el ejercicio profesional no tendrá éxito, por no haber conocido ni sentido en su vida estudiantil, ni haberse preparado para transformarla.

Siguiendo esa línea de principios, nuestra universidad se proyecta a la comunidad universitaria integrando todas las facetas de la cultura del hombre, dando a conocer el aporte de intelectuales y artistas que producen en el Cusco y, en otras latitudes a través de El Antoniano 127, correspondiente al tercer trimestre del presente año, acogiendo en sus páginas la investigación científica y el pensamiento humanista de los docentes antonianos y de la comunidad.